COOLABORACIÓN VS COMPETENCIA
Isabel Olivares
Claudia Betanzos
Introducción
El objetivo del presente trabajo
es realizar un breve análisis sobre la
Toma de Decisiones basada en los conceptos de Colaboración vs Competencia y
como los Líderes en cualquier ámbito se pueden ver sesgados a tomar alguno de
los 2 extremos, pudiendo afectar el desempeño del equipo de trabajo.
El interés de este tema surge en
virtud de los conceptos mencionados por Schein respecto a la importancia que
tiene el Líder dentro de la cultura de algún grupo dado, refiriéndose a
cualquier ámbito: familiar, escolar, laboral, social, religioso, etc.; y cómo
éste puede influir fuertemente en los
valores, supuestos más profundos, principios y comportamientos del grupo.
Antecedentes
Se tiene ya como un concepto en
la mente de ser humano que la Competencia tiene una connotación negativa, en
virtud de que se presume debe existir un perdedor; sin embargo, esto es debido
a que en realidad únicamente se tiene un análisis superficial de este concepto.
Lo anterior se da debido a que el
contexto social actual propicia la ambición, la vanidad, las ansias de
poder, la soberbia, etc., y estos valores son relacionados con el
concepto de Competencia; lo que se pretende en este análisis es generar una
sinergia entre los conceptos de Colaboración y Competencia para una adecuada
toma de decisiones.
El tema de incentivar la Cultura
de Competencia surge desde el seno familiar, primer grupo cultural en el que el
ser humano se desarrolla. Es en este primer acercamiento cultural donde el Líder o Líderes comienzan a fomentar en el individuo
un espíritu competitivo que se puede observar en diferentes aspectos:
comparaciones entre miembros de la misma familia, otorgamiento de calificativos
positivos o negativos, lucha de poder entre los líderes del grupo, etc.; y a
raíz de este primer grupo cultural se empieza a permear este tipo de cultura a
los otros ámbitos.
Relacionando lo mencionado
anteriormente, la siguiente esfera en la que se refuerza el fomento de la
competitividad en un sentido negativo como ya se mencionó anteriormente es en
la Educación Formal, siendo la base la existencia de una calificación numérica
alta para aquellos que se consideran buenos estudiantes y baja para aquellos que no lo son; sin
embargo, no se genera una interacción
real que motive la colaboración entre aquellos considerados excelentes
estudiantes y los demás, motivándose más bien una exclusión para aquellos que
no cumplen con los estándares formalmente establecidos. Por lo tanto, la
educación formal está basada en acciones que fomentan la necesidad de destacar
en algún aspecto: competencias deportivas, en alguna especialidad académico,
lúdicas, etc.; generándose la necesidad de ser destacado en algún ámbito
socialmente reconocido, que de seña de la existencia de la competitividad con
relación a los demás.
Llegando al ámbito laboral, y con
el antecedente familiar y escolar, se refuerza en mayor medida en esta esfera
la Cultura de la Competencia, donde existe una jerarquía formal clara, en el
que se presupone que las personas deben ser mayormente competitivas para
alcanzar las posiciones más altas jerárquicamente. Estando entonces al frente
de algún equipo de trabajo, es cuando estos antecedentes culturales enfrentan a
los Líderes a la dificultad de generar formas de trabajo que al mismo tiempo
sean colaborativas sin dejar de fomentar la competencia sana entre ellos.
Toma de Decisiones
El Liderazgo ejercido dentro de
un grupo va a definir el enfoque existente en la Toma de Decisiones, pudiendo
estar basado en un enfoque competitivo o un enfoque colaborativo. Actualmente,
es muy frecuente ver que en la mayoría de los equipos de trabajo, la Toma de
Decisiones depende exclusivamente del Jefe, en función del concepto de que él
debe ser quien dirija al grupo sin considerar sus opiniones. Este enfoque es
competitivo, en virtud de que se basa únicamente en la posición formal de quien
toma la decisión y en sus propias soluciones. Este concepto queda claramente
explicado como consecuencia, de los antecedentes revisados previamente en el
presente trabajo.
En cualquier proceso de Toma de
Decisiones siempre va a existir conflicto, puesto que se enfrentan
argumentaciones o ideas contrarias; este es otro aspecto por el que la mayoría
de ocasiones es considerado como más conveniente tomar una decisión de manera
unilateral, con el objetivo de no fracturar al grupo y no dañar el concepto de
colaboración. Sin embargo esto tampoco
fomenta la colaboración, ya que al tratar de evitar el conflicto, las decisiones sean
menos estratégicas, lo que puede afectar el desempeño del equipo por no
considerar sus intereses, generándose de cualquier manera una posible fractura
dentro del mismo.
De acuerdo a lo anterior,
suponemos que lo más conveniente debiera ser fomentar la Toma de Decisiones con
enfoque colaborativo, es decir, que los miembros del grupo, iniciando por el
Líder, consideran al proceso de decisión
como un trabajo conjunto del equipo, acordando los objetivos y dialogando a partir de
intereses en vez de debatir desde posiciones. A diferencia del punto de vista
competitivo para la Toma de Decisiones, bajo esta perspectiva, el conflicto es
bien visto, siempre y cuando sea en sentido positivo, dado que esto permite la
argumentación, aportar nuevas perspectivas, información y análisis.
De acuerdo con Dolores Paxote, “el
conflicto cognitivo es vital para la efectividad de las decisiones bajo
enfoques colaborativos. Es un conflicto que genera debates abiertos sobre los
supuestos, la forma de trabajar, de pensar, y de analizar”.
Dolorex Paxote sugiere
implementar los siguientes puntos con objetivo de promover una cultura de
decisión colaborativa:
Supuestos: Hay que permitir que
todos los involucrados cuestionen las premisas y paradigmas de la situación de
decisión. Definir claramente qué cosas son hechos que no pueden ser
modificados, y cuáles son los supuestos del equipo que sí pueden desafiarse.
Criterios bien definidos: Alinear
objetivos y definir criterios y métricas de evaluación es vital para evitar
debatir sobre opiniones personales y focalizarse en debatir sobre lo que
realmente agrega valor al negocio.
Disentir y debatir: Debemos
procurar que el tipo de preguntas y el nivel de escucha entre los miembros del
equipo promuevan un genuino diálogo abierto que no genere competencias.
Percepción de justicia: Una forma de medir la percepción de justicia es chequear la participación, el involucramiento y el grado de alcance de metas intermedias dentro del proceso de decisión. Nadie participa ni se compromete en un proceso de decisión si siente que no es tenido en cuenta.
Percepción de justicia: Una forma de medir la percepción de justicia es chequear la participación, el involucramiento y el grado de alcance de metas intermedias dentro del proceso de decisión. Nadie participa ni se compromete en un proceso de decisión si siente que no es tenido en cuenta.
Conclusión
Resumiendo lo anterior, un
proceso de Toma de Decisiones efectivo debiera basarse en el enfoque
colaborativo, propiciando el conflicto (competencia) en sentido positivo. Por
lo anterior, sería aconsejable empezar a difundir el concepto de competencia,
no como un antónimo de la colaboración, sino como un aspecto complementario,
siempre y cuando fomente el beneficio de todas las partes involucradas, no
generándose sentimientos de ganar-perder, sino de ganar-ganar.
Para señalar con mayor claridad
los conceptos analizados, en la clase mostraremos un video en el que se aprecia el proceso
de Toma de Decisiones por parte de los líderes del equipo, y como éste va en función de
seleccionar a los miembros del grupo necesarios para el cumplimiento del
objetivo, basándose en las habilidades de cada uno de los elegidos, no
señalando que alguno sea indispensable a comparación de los demás, sino que
cada uno contribuye al equipo con una función determinada; que si no existiera
el equipo no podría haber tenido el éxito.